Nada más confirmarse hoy el positivo por coronavirus del primer ministro británico Boris Johnson, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha evidenciado un cambio de actitud respecto a la pandemia y ha ordenado hacer test de la enfermedad «a todas las prostitutas rusas de Washington DC, y hay que localizar primero a Natasha Nie… Natasha algo, no me acuerdo, es rubia, muy alta, un poco resfriada».
Trump parece, pues, tomarse muy en serio la situación justo cuando Estados Unidos se ha convertido ya en el país del mundo con más casos de coronavirus. «Hay que actuar ya», ha insistido, por primera vez, visiblemente inquieto.
El mandatario ha reunido a un comité de expertos a los que ha preguntado si la enfermedad puede contagiarse «a través de la orina».
Fuentes de la Casa Blanca confirman que Donald Trump lleva más de tres horas en la ducha mientras varios operarios desinfectan sus dependencias.